Hoteles de montaña en el Valle de Arán
El Valle de Arán o Val d'Aran, es un fabuloso destino de turismo activo, de turismo de nieve, del turismo al aire libre, debido a su geografía que posibilita la practica de todas estas actividades. Arán es una comarca catalana situada en los Pirineos centrales en la provincia de Lérida, España. Limita al norte con el departamento de Alto Garona en Francia, al suroeste con la comarca aragonesa de la Ribagorza, Huesca, al sur con la comarca catalana de Alta Ribagorza, Lérida y al este con la de Pallars Sobirá, Lérida.
Con la llegada del otoño europeo, el Valle de Arán nos invita a hospedarnos en los mejores hoteles de la zona.
Los pequeños hoteles con encanto emergen en todo el territorio de la Val d’Aran, salpicado de pueblos en los que la pizarra, la piedra y la madera componen la arquitectura alpina más singular. Alojarse en refugios y antiguas bordas de la zona convertidos hoy en hoteles de montaña es una de las formas de recorrer la Val y conocer el patrimonio cultural, histórico y natural de sus pueblos.
Su núcleo histórico está compuesto por calles y casas típicamente aranesas. La iglesia de Santa María de Arties, del siglo XII y declarada monumento histórico nacional, y los restos de la torre del castillo representan el patrimonio románico más singular.
Hotel Casa Irene es el lugar ideal para combinar descanso y actividades al aire libre en cualquier época de año. Cuenta con spa, piscina climatizada y salón de estar con chimenea donde reunirse en familia o con amigos. Otra de las opciones pasa por alojarse en el Hotel Besiberri, de trato familiar y cuidada decoración en cada una de las estancias, 16 habitaciones y 6 suites. Ofrece servicio de canguro y un delicioso desayunado elaborado por Manolo.
Bellos parajes rodean la zona de Baquèira, que se conforma como una de las más espectaculares de los Pirineos araneses. La estación invernal Baqueira-Beret,de más de 120 kilómetros de pistas de esquí, constituye el principal atractivo turístico.
En la cota 1.500 de Baqueira-Beret, emerge el Hotel Val de Ruda, un pequeño, cálido y acogedor establecimiento de montaña de 35 habitaciones donde alojarse y relajarse tras una jornada de esquí. Los masajes son la especialidad de su spa. En el mismo entorno, el hotel de cinco estrellas La Pleta by Rafael Hotels, situado en un refugio frente a la estación de esquí. Cuenta con seis tipos de habitaciones de lujo y tres exclusivos restaurantes (La Petita Borda, Del Gel al Foc y La Pleta Sushi Restaurant), además de una biblioteca, un Cigar Bar y l’Occitania Spa, uno de los espacios wellness más románticos del mundo con tratamientos inspirados en los frutos de las montañas de la Val d’Aran. El hotel ofrece todo tipo de servicios personalizados, desde traslados en helicóptero hasta rutas en trineos y perros.
Bello y pequeño pueblo rodeado de campos de cultivo y prados. Las pocas casas que lo forman se sitúan alrededor de una gran plaza cerrada a poniente por la iglesia de Sant Pèir, una de las construcciones religiosas más antiguas del Valle.
El hotel rural Tierras de Aran ofrece la calidez de la tradicional casa aranesa de muros de piedra e interiores de madera tanto en el salón con chimenea como en las 13 mini-suites, algunas de ellas con jacuzzi. El spa y la terraza de verano son otros de los espacios con más encanto.
El pueblo de Betren, junto a Vielha, es uno de los más bellos del Valle por su ambiente rústico y bucólico. De entre su conjunto arquitectónico, destaca el casco antiguo con calles empedradas, el paseo fluvial bordeando el río Garona y la iglesia dedicada a Sant Esteban, una muestra de convivencia del románico y gótico.
En este entorno, el Hotel Gran Chalet ofrece un ambiente familiar que combina tradición y modernidad a partir de una decoración de cálidos colores combinados con materiales nobles y naturales. Este chalet de alta montaña dispone de 26 amplias y acogedoras habitaciones con magníficas vistas al valle o al jardín.
Atravesado por el popular Camin Reiau (caminos trashumantes), Garòs es un pueblo de postal en el que sobresale la imponente torre cuadrada de la iglesia de San Julián. Cuenta además con un importante yacimiento de restos paleocristianos.
Garòs Ostau invita al descanso en una antigua borda convertida hoy en pensión familiar y acreditada como uno de los hoteles con más encanto del Valle. De decoración sencilla en la que abunda la madera, las losas de piedra y los trabajos manuales, dispone de tan sólo 8 habitaciones y un salón diáfano con espectaculares vistas al monte.
La plaza mayor con fuente ochocentista centra el núcleo antiguo del que destaca la iglesia de San Andrés, situada en una bonita plaza cerrada por un muro. El edificio religioso es de transición de los siglos XII-XIII, de puerta románica y ventanas góticas del que sobresale el campanario de planta octogonal, uno de los más sobresalientes del Valle. El molino hidráulico de Salardú es visitable y mantiene el engranaje original.
En Salardú es posible alojarse en una cuadra de ganado.
El Hotel Colomers se caracteriza por el confort y una decoración diferente en cada una de las habitaciones, todas ellas con vistas a la montaña. Cuenta además con una suite que incorpora bañera de hidromasaje. También es posible dormir en un antiguo chalet de montaña en el Hotel Mauberme, con 10 habitaciones dobles y una suite, de techos de madera. El establecimiento ofrece salidas guiadas para la observación de aves así como la posibilidad de realizar senderismo en medio de la naturaleza o caminatas con raquetas de nieve.
La capital de la Val d’Aran ofrece múltiples opciones de entretenimiento, alojamiento y comercio especializado en deportes, nieve y artesanía. En el casco antiguo, el edificio porticado del Ayuntamiento, el de Correos y la Oficina de Turismo configuran el centro de Vielha junto a la iglesia de Sant Miquel, de imponente torre octogonal y pinturas góticas y barrocas. Otros de los lugares de visita son el Museo de la Lana y las casas señoriales Ço de Rodès y Torre del general Martinón, que actualmente acoge el Museo Etnológico.
En el centro histórico se encuentra el Hotel El Ciervo, pequeño y de ambiente familiar, que cuenta con 20 habitaciones de decoración única y singular. La hospitalidad y el mimo por cada detalle identifican a este establecimiento con encanto.
Con la llegada del otoño europeo, el Valle de Arán nos invita a hospedarnos en los mejores hoteles de la zona.
Los pequeños hoteles con encanto emergen en todo el territorio de la Val d’Aran, salpicado de pueblos en los que la pizarra, la piedra y la madera componen la arquitectura alpina más singular. Alojarse en refugios y antiguas bordas de la zona convertidos hoy en hoteles de montaña es una de las formas de recorrer la Val y conocer el patrimonio cultural, histórico y natural de sus pueblos.
Arties, dormir frente a la cima del Montarto
Su núcleo histórico está compuesto por calles y casas típicamente aranesas. La iglesia de Santa María de Arties, del siglo XII y declarada monumento histórico nacional, y los restos de la torre del castillo representan el patrimonio románico más singular.
Hotel Casa Irene es el lugar ideal para combinar descanso y actividades al aire libre en cualquier época de año. Cuenta con spa, piscina climatizada y salón de estar con chimenea donde reunirse en familia o con amigos. Otra de las opciones pasa por alojarse en el Hotel Besiberri, de trato familiar y cuidada decoración en cada una de las estancias, 16 habitaciones y 6 suites. Ofrece servicio de canguro y un delicioso desayunado elaborado por Manolo.
Baquèira, destino internacional de nieve
Bellos parajes rodean la zona de Baquèira, que se conforma como una de las más espectaculares de los Pirineos araneses. La estación invernal Baqueira-Beret,de más de 120 kilómetros de pistas de esquí, constituye el principal atractivo turístico.
En la cota 1.500 de Baqueira-Beret, emerge el Hotel Val de Ruda, un pequeño, cálido y acogedor establecimiento de montaña de 35 habitaciones donde alojarse y relajarse tras una jornada de esquí. Los masajes son la especialidad de su spa. En el mismo entorno, el hotel de cinco estrellas La Pleta by Rafael Hotels, situado en un refugio frente a la estación de esquí. Cuenta con seis tipos de habitaciones de lujo y tres exclusivos restaurantes (La Petita Borda, Del Gel al Foc y La Pleta Sushi Restaurant), además de una biblioteca, un Cigar Bar y l’Occitania Spa, uno de los espacios wellness más románticos del mundo con tratamientos inspirados en los frutos de las montañas de la Val d’Aran. El hotel ofrece todo tipo de servicios personalizados, desde traslados en helicóptero hasta rutas en trineos y perros.
Betlan, descanso entre prados
Bello y pequeño pueblo rodeado de campos de cultivo y prados. Las pocas casas que lo forman se sitúan alrededor de una gran plaza cerrada a poniente por la iglesia de Sant Pèir, una de las construcciones religiosas más antiguas del Valle.
El hotel rural Tierras de Aran ofrece la calidez de la tradicional casa aranesa de muros de piedra e interiores de madera tanto en el salón con chimenea como en las 13 mini-suites, algunas de ellas con jacuzzi. El spa y la terraza de verano son otros de los espacios con más encanto.
Betren, alojarse en un chalet de alta montaña
El pueblo de Betren, junto a Vielha, es uno de los más bellos del Valle por su ambiente rústico y bucólico. De entre su conjunto arquitectónico, destaca el casco antiguo con calles empedradas, el paseo fluvial bordeando el río Garona y la iglesia dedicada a Sant Esteban, una muestra de convivencia del románico y gótico.
En este entorno, el Hotel Gran Chalet ofrece un ambiente familiar que combina tradición y modernidad a partir de una decoración de cálidos colores combinados con materiales nobles y naturales. Este chalet de alta montaña dispone de 26 amplias y acogedoras habitaciones con magníficas vistas al valle o al jardín.
En Garòs, antigua borda bajo las estrellas
Atravesado por el popular Camin Reiau (caminos trashumantes), Garòs es un pueblo de postal en el que sobresale la imponente torre cuadrada de la iglesia de San Julián. Cuenta además con un importante yacimiento de restos paleocristianos.
Garòs Ostau invita al descanso en una antigua borda convertida hoy en pensión familiar y acreditada como uno de los hoteles con más encanto del Valle. De decoración sencilla en la que abunda la madera, las losas de piedra y los trabajos manuales, dispone de tan sólo 8 habitaciones y un salón diáfano con espectaculares vistas al monte.
Salardú, relax en una cuadra o chalet de montaña
La plaza mayor con fuente ochocentista centra el núcleo antiguo del que destaca la iglesia de San Andrés, situada en una bonita plaza cerrada por un muro. El edificio religioso es de transición de los siglos XII-XIII, de puerta románica y ventanas góticas del que sobresale el campanario de planta octogonal, uno de los más sobresalientes del Valle. El molino hidráulico de Salardú es visitable y mantiene el engranaje original.
En Salardú es posible alojarse en una cuadra de ganado.
El Hotel Colomers se caracteriza por el confort y una decoración diferente en cada una de las habitaciones, todas ellas con vistas a la montaña. Cuenta además con una suite que incorpora bañera de hidromasaje. También es posible dormir en un antiguo chalet de montaña en el Hotel Mauberme, con 10 habitaciones dobles y una suite, de techos de madera. El establecimiento ofrece salidas guiadas para la observación de aves así como la posibilidad de realizar senderismo en medio de la naturaleza o caminatas con raquetas de nieve.
Vielha, soñar en un hotel con encanto
La capital de la Val d’Aran ofrece múltiples opciones de entretenimiento, alojamiento y comercio especializado en deportes, nieve y artesanía. En el casco antiguo, el edificio porticado del Ayuntamiento, el de Correos y la Oficina de Turismo configuran el centro de Vielha junto a la iglesia de Sant Miquel, de imponente torre octogonal y pinturas góticas y barrocas. Otros de los lugares de visita son el Museo de la Lana y las casas señoriales Ço de Rodès y Torre del general Martinón, que actualmente acoge el Museo Etnológico.
En el centro histórico se encuentra el Hotel El Ciervo, pequeño y de ambiente familiar, que cuenta con 20 habitaciones de decoración única y singular. La hospitalidad y el mimo por cada detalle identifican a este establecimiento con encanto.