40 Winks, el hotel más pequeño de Londres
El 40 Winks es un hotel londinense que tiene solo dos habitaciones. No es un bed&breakfast, no es una casa de huéspedes, no es un apartamento para alquilar. Y es todo lo anterior y algo que su dueño, David Carter, se ha inventado.
Este decorador de interiores tiene una casa de cuatro plantas de 1717 en el Este de Londres. Su idea es ofrecer un espacio para rodajes, shootings y encuentros del mundo de la moda y las industrias creativas, que se dice. Se dirige a gente mundana, cansada de hoteles de dan poco material para contar en las sobremesas de las comidas.
40 Winks da mucho: allí pueden trabajar, invitar a amigos y sentirse parte de esa fauna afortunada. Funciona como un hotel o casi. Al llegar hay que quitarse los zapatos. Solo ofrece desayuno, pero hay té y café gratis siempre. No hay que esperar alta tecnología, pero sí el lógico wifi. El baño es compartido.
No hay camareros ni un mostrador para hacer el check-in. Para compensar, ofrece excentricidad, complicación en la reserva y sensación de descubrimiento. Es una auténtica experiencia que a muchos viajeros hace sentir como en su propia casa.